martes, 4 de marzo de 2014

Retrospectiva: Final Fantasy

Aquí analizaremos desde sus orígenes como aspirante al trono que por aquella época ocupaba Dragon Quest en la consola de los 8 bits (NES) hasta su reinado indiscutible en el olimpo de los juegos innovadores, el ascenso de Final Fantasy ha sido tan fascinante como cualquiera de las complicadas historias que retrata en los doce capítulos que conforma la saga hasta su llegada a PSX. 
La revolucionaria saga de aventuras de Square (actualmente Square-Enix) inició su andadura en el año 1987. En la Nintendo Entertainment System triunfaba el increíble RPG Dragon Quest de Enix, pero un año más tarde Square atacó con un juego mucho más completo llamado Final Fantasy. La simple propuesta de doble objetivo de Dragon Quest, título en que lo único que debías hacer era matar a un dragón y rescatar a una dama en apuros, quedó obsoleta de inmediato ante el poder de la creación de Square. Final Fantasy presentaba una oferta diversa de sucesos y objetivos mucho más atractiva que los meros subjuegos de Dragon Quest, ¡Y ESO SÓLO EN LAS DOS PRIMERAS HORAS DE JUEGO! Poco tiempo más bastaba para darse cuenta de que Final Fantasy proponía una aventura mucho más variada y adictiva, una aventura en la que el jugador controlaba a cuatro Guerreros de la Luz que debían viajar al pasado para eliminar una bestia maldita y revivir un mundo que parecía condenado a la autodestrucción. El hecho de que los personajes retrocediera unos 2000 años en el tiempo y alteraran el futuro de tal forma que ni ellos mismos volverían a existir en su tiempo original, tan solo como leyenda que se iba transmitiendo a través de diferentes generaciones de enanos, elfos y dragones, desconcertó a muchos jugadores, al tiempo que a un gran puñado de puristas, un pelín cínicos a mi parecer, argumentaron que ni los mismos desarrolladores llegaron a entender jamás su propio concepto. A pesar de todo, el juego gozó de un éxito considerable en Japón, gracias sobre todo a lo variopinto de los personajes (Un luchador, un ladrón y diversos magos), y a lo revolucionario del concepto, que proponía combates por turnos en el campo de batalla.

Final Fantasy.
Square contaba ya con un sistema de batalla efectivo e innovador, de modo que pudo dedicar mayores esfuerzos a la trama de la secuela que vio la luz en 1988, Final Fantasy II. El juego versaba sobre un imperio maligno que había exterminado a los padres de cuatro jóvenes: Frionel, Guy, María y Lionheart. Los huérfanos se unieron a un movimiento de resistencia que formaba parte de un ejército formidable, en el que la mayoría de sus camaradas se mostraban dispuestos a perder sus vidas por el bien de la causa. La idea no parecía nada del otro mundo, pero Square incluyó tantos elementos de traición que los jugadores tenían que esperar hasta el final para enterarse de quienes eran los buenos, y quienes eran los malos. Incorporó también un sistema de niveles según el cual, cuanto más usabas una habilidad, más poderosa se tornaba con el tiempo. Para la gente de occidente la única forma de descifrar el juego era tener un profundo conocimiento del alfabeto fonético japonés (kana), y es que la versión traducida, si bien estuvo a punto de convertirse en una realidad, acabó yéndose a la mier... en el último momento. Por lo visto se debió a que había problemas de entendimiento entre Nintendo y Square. Al final dejaron el proyecto en dique seco, pero las consecuencias fueron más allá, ya que tampoco se pudo disfrutar de Final Fantasy III. El mercado occidental no pudo disfrutar de otra entrega de Final Fantasy hasta su cuarta entrega.

Final Fantasy II.
A finales de los años 80, la consola NES de 8 bits daba sus últimos coletazos, y todo el mundo centraba su atención en la próxima llegada de la nueva bestia de de 16 bits de Nintendo, la SNES (Super Nintendo Entertainment System). Sin embargo, Square no quería abandonar el barco sin ofrecer antes un juego épico, y para ello se lanzó Final Fantasy III, título que supuso un salto espectacular en el apartado gráfico y sonoro. El juego presentaba además un sistema multiclase mediante el cual los personaje podían cambiar de clase a través de "Sistema de Trabajo". Por lo tanto, un guerrero podía convertirse en mago si conseguía previamente los puntos de clase necesarios. Para acumular estos puntos, debía emplear sus habilidades de una forma determinada. El juego arrasó en Japón, pero jamás se lanzó más allá de sus fronteras, lo que fue una autentica injusticia.

Final Fantasy III.
Cuando SNES contaba con una amplia base de usuarios solidamente establecida en Japón y un recibimiento cada vez más caluroso en los Estados Unidos, el anuncio del lanzamiento de Final Fantasy IV había provocado una gran expectación sin precedentes, y lo cierto es que no defraudó a nadie. Se convirtió de inmediato en un punto de inflexión dentro de la saga, puesto que presentó el "Sistema de Batalla Temporal Activo" que, con el tiempo, se convertiría en la columna vertebral de muchos de los titulos de Square. El sistema inyectaba a las batallas generosas dosis de tensión y movilidad, puesto que los miembros del equipo y los adversarios se enzarzaban en disputas de forma simultanea, de tal forma que la sanación de las heridas y otras tareas similares se ejecutaban mediante un simple movimiento, y dejaban, por tanto, de ser un lujo reservado para los momentos de paz. Semejante mejora de la jugabilidad, sumada a la mayor potencia de los procesadores de 16 bits, convirtió a Final Fantasy IV en el primer juego capaz de dejar boquiabiertos a los usuarios gracias a unos gráficos y a un apartado sonoro espectaculares. Tuvo tanto éxito que rivalizó por el trono de los juegos RPG de SNES con The Legend of Zelda: A Link to the Past.

Final Fantasy IV.
En 1992 se lanzó en Japón Final Fantasy V, que contenía ya algunas características avanzadas para la época, como el mejorado "Sistema de Trabajo" que permitía a cada personaje elegir entre 22 clases diferentes, desde los tradicionales caballeros, magos y ladrones hasta los innovadores adiestradores de animales o los curiosos bailarines. Cada clase disponía de ciertas habilidades individuales. Por ejemplo, el ninja podía empuñar dos espadas. Si efectuabas algún cruce entre clases, un ninja y un caballero, por poner un ejemplo, el caballero podía blandir dos espadas; y las posibilidades durante un combate se multiplicaban. Este sistema, su nivel de flexibilidad, y el grado de configuración disponible, atrapó de forma definitiva a los innumerables entusiastas que habían permanecido fieles a la saga hasta la fecha. Se intentó lanzar al mercado americano con el nombre de Final Fantasy Extreme, pero este no vio la luz nunca debido a un programa de reestructuración de masivo que se llevó a cabo en Square en 1996. Se cerraron divisiones, y la cúpula de Square decidió desarrollar para Sony en lugar de para Nintendo. 

Final Fantasy V.

Antes de que la SNES diera su último aliento con el ocaso de la era de los 16 bits, quedando relegada a un segundo plano por PSX, Sega Saturn, etc. Sin embargo, antes de eso, Square dispuso de tiempo para dar la última campanada: Final Fantasy VI. Este juego apareció en el mercado americano con el nombre de Final Fantasy III, lo cual culminó las expectativas de los fans. En poco tiempo se convirtió en Estados Unidos en el mejor juego de rol. Entre sus méritos cabe destacar los mejores gráficos vistos jamás en el reino de las 2D y una banda sonora fuera de serie. En el apartado de la jugabilidad, la posibilidad de equipar a los héroes con dos accesorios permitía disponer de multitud de combinaciones y crear todo tipo de guerreros de gran poder. El mundo entero, al fin, adoraba Final Fantasy. Poco sospechaba la gente que, al cabo de poco tiempo, el panorama cambiaría a mejor...

Final Fantasy VI.
Bueno, espero que os haya gustado y que compartáis algunas impresiones y opiniones. ¡Muchas gracias!

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